El 5 de diciembre del 2023 se hicieron públicos los resultados de estas pruebas organizadas por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), que se aplicaron en 2022 a jóvenes de unos 15 años en el mundo. Estas pruebas comparativas se realizan cada tres años desde 2000 (siempre con un énfasis), Costa Rica participa desde el 2009.
Los valores absolutos de los jóvenes costarricenses se recogen en la tabla
| Competencia | 2018 | 2022 |
| Lectura | 426 | 415 |
| Ciencias | 416 | 411 |
| Matemática | 402 | 385 |
Hubo un retroceso significativo. ¿Debe sorprendernos? Respuesta corta: no. Desde la segunda mitad del 2018 hasta el 2022, se dio un “apagón educativo”. Este afectó a la educación pública sustancialmente. Los aprendizajes deficitarios generados durante este periodo se han consignado en muchas instancias, como en el ingreso de estudiantes a las universidades o en las investigaciones del Informe del Estado de la Educación (2021, 2023). El Informe en 2023 mostró que durante el periodo los contenidos que formalmente se veían en español y matemáticas llegaron a ser a lo sumo la mitad de lo que estaba incluido en los programas oficiales.
Además, algo que, queramos o no, las pruebas nacionales siempre generaron demandas educativas a estudiantes y otros agentes educativos. Desde 2019 no ha habido instrumentos de macroevaluación constantes y uniformes. En el 2018 se eliminaron las Pruebas de Bachillerato y se sustituyeron por las Pruebas FARO que solo tuvieron una aplicación en 2021, la que fue accidentada, luego se eliminaron. En el 2023, otro cambio, nuevas pruebas nacionales estandarizadas.
Y además también hubo decisiones sobre lo que se priorizaba o no que fueron equivocadas (por ejemplo, en el 2020 cuando desafortunadamente se debilitó la Estadística y Probabilidad en un escenario donde más bien podía servir para integrar aprendizajes estadísticos y matemáticos).
¿Afectó todo esto lo que se ha hecho en las aulas y los rendimientos en PISA? Sin lugar a duda.
El retroceso, sin embargo, no es exclusivo de Costa Rica. PISA señala que a nivel internacional:
“En promedio, en 35 países de la OCDE, el rendimiento medio cayó casi 15 puntos en matemáticas y alrededor de 10 puntos en lectura. Sin embargo, no cambió significativamente en la ciencia. (…) Dado que el promedio de las evaluaciones PISA consecutivas hasta 2018 nunca había superado los cuatro puntos en matemáticas y cinco puntos en lectura, estos resultados de 2022 no tienen precedentes.”
Señala PISA:
“En muchos casos, la caída superó los 20 puntos, es decir, el aumento anual en las puntuaciones de los exámenes que normalmente se observa entre estudiantes alrededor de los 15 años. Esto significa que los jóvenes de 15 años en estos países en 2022 obtuvieron calificaciones iguales o inferiores al nivel esperado de los jóvenes de 14 años en 2018.
• En matemáticas, la caída en el rendimiento fue más pronunciada en Albania, Jordania, Islandia, Noruega y Malasia (en orden descendente), donde superó los 30 puntos. Caídas de más de 20 puntos también se observaron en las puntuaciones medias en matemáticas en Bakú (Azerbaiyán), Dinamarca*, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Montenegro, Países Bajos*, Polonia, Portugal, República Eslovaca, Eslovenia, Suecia y Tailandia.”
La caída de Costa Rica fue bastante similar a la que ocurrió en muchos otros países, e incluso menor que en países con muy buenos sistemas educativos como Finlandia, Francia y varios otros de Europa y Asia. Sin duda, en el planeta lo que pesó en estos resultados fueron las condiciones que se dieron para enfrentar la pandemia: los cierres o suspensiones escolares, y las metodologías de trabajo autónomo individual virtuales tuvieron un costo para todos estos jóvenes.
Obviamente todo esto no impactó de la misma manera en los países, regiones, y sectores socioeconómicos. Por ejemplo, no podía ser igual en aquellos lugares en que ni siquiera se tenían condiciones para niveles adecuados de enseñanza virtual.
Y a pesar de las caídas los países con sistemas educativos buenos siguen estando por encima del promedio de la OCDE y en posiciones muy altas. Muy lejos de nosotros. De igual manera, poseen los elementos para realizar sendos procesos de recuperación en poco tiempo, algo que difícilmente sucederá en los que no tienen esa condiciones en recursos.
Vayamos a las conclusiones para Costa Rica:
- Con estos bajos rendimientos mostramos que siempre hemos estado en el último vagón de todos los países en las Pruebas PISA, y que ahora se ha retrocedido muchísimo más. Es muy grave, pero no es algo muy distinto de lo que se experimentó en la mayoría de los países.
- Aunque otros países también tuvieron rendimientos malos, no podemos usar eso para escudarnos y no reconocer la situación que tiene nuestra educación; esta más bien nos obliga a redoblar los esfuerzos nacionales. A tomar decisiones en todo el sistema educativo.
No sería justo endilgar estos resultados a la actual administración del MEP, pero esta sí tiene la crucial responsabilidad de dar respuestas en cuanto a las acciones que se deben realizar. Si no se realizan ya estrategias serias, responsables, inteligentes, los resultados en el 2025 serán mucho peores.
En un artículo próximo analizaremos las tendencias generales en el periodo 2012-2022 que este importante Informe nos ofrece.
Ángel Ruiz es especialista en la Historia y Filosofía de las Matemáticas, y en diversos temas de la Educación Matemática, especialmente el currículo.
Tiene más de 300 publicaciones académicas (incluidos 36 libros).
Ha sido conferencista invitado en más de 170 eventos presenciales en 25 países de todos los continentes.
Es el único latinoamericano que ha ocupado durante dos mandatos la vicepresidencia de la Comisión Internacional de Instrucción Matemática ICMI.
Fue durante 8 años miembro de la Comisión de Países en Desarrollo de la Unión Matemática Internacional.
Ángel ha sido presidente del Comité Interamericano de Educación Matemática desde 2007.
Desde 2012 ha sido director/presidente de la Red de Educación Matemática de América Central y El Caribe.
