Claramente los Programas de Matemáticas se adelantaron a la Política Curricular del 2016. Han sido, y siguen siéndolo, pioneros en múltiples cosas.
Una es el usar las capacidades superiores y la competencia como sus constructos principales, lo que los separa de currículos centrados en contenidos y sus habilidades.
Otra el ofrecer un énfasis fuerte a la acción estudiantil, que se manifiesta con fuerza en un modelo de acción de aula.
También podemos subrayar la resolución de problemas como un doble objeto curricular: estrategia pedagógica y como una capacidad cognitiva central que debemos desarrollar.
Sin duda: el uso visionario y apropiado de las tecnologías mira hacia el escenario donde el conocimiento y las tecnologías son decisivas.
Estos Programas dan un lugar clave a la mediación pedagógica, donde muchos de sus propósitos deben desarrollarse en diversos tiempos.
Podemos señalar muchos otros elementos, pero aquí vamos a consignar algo crucial: los contextos reales.
La Política Curricular de Costa Rica consigna varias dimensiones. Recordemos:
-Maneras de pensar
-Formas de vivir en el mundo
-Formas de relacionarse con otros
-Herramientas para integrarse al mundo
Para trabajar eficazmente con todas estas dimensiones resulta inevitable usar contextos reales.
¿Entonces? Los contextos matemáticos son necesarios y muy importantes, pero aquí queremos enfatizar que por medio de situaciones de contexto real es posible fortalecer habilidades en formas de pensar y vivir, de relacionarse con otros, de integrarse al mundo.
En contextos reales se pueden usar tecnologías, diversas estrategias de pensamiento, actividades colectivas.
¿Y qué se ha planteado en nuestros currículos de Matemáticas? Como en muchos aspectos: aquí hay un antes y un después.
En la enseñanza de las Matemáticas había sido dominante usar solo los contextos matemáticos, y a veces hacer algunas incisiones contextuales. Eso vuelve muy difícil lograr objetivos en la mayoría de las dimensiones señaladas por la Política Curricular.
Y esa fue la visión que usaron los programas anteriores.
Podemos decir con toda contundencia que los anteriores currículos de Matemáticas y las maneras de enseñar que proponían eran totalmente contrarios a lo que la Política Curricular establece desde el 2016.
Más claro aún: seguir trabajando con la metodología anterior en el aula y en todos los asuntos educativos como antes es opuesto a lo que hoy es política oficial para todos los programas de estudio.
Los Programas de Matemáticas del 2012 realizan un cambio drástico, un cambio de paradigma, que es congruente con la política curricular actual.
La “contextualización activa” que hemos propuesto es una poderosa herramienta.
¿Se acuerda por qué le llamamos “activa”?
Cuando decimos “activa” nos referimos a tratar de desencadenar el compromiso estudiantil con su aprendizaje, y abordar situaciones de su escenario. Para eso es esencial que las situaciones que se usen realmente sean instrumentales a las tareas matemáticas, y no meros adornos artificiales.
La contextualización activa es un componente pedagógico especial que pretende articular todo el plan de estudios, generando un efecto sinérgico para mejorar sustancialmente la calidad de la Educación Matemática.
Pero una cosa es verla venir y otra bailar con ella: no es sencillo rediseñar las tareas matemáticas apelando a los contextos reales, sea en el aula, en la evaluación o en las pruebas nacionales. Especialmente cuando eso no predominaba.
El trabajo con contextos reales es una enriquecedora herramienta multidimensional que en Matemáticas la hemos incluido desde el 2012, y que ahora debería ser parte de todos los programas de estudio.
Durante varios años, en la Reforma Matemática, anduvimos como el “llanero solitario”, ahora con la nueva Política Curricular deberíamos sentirnos más acuerpados y seguros para avanzar en el aprendizaje y uso de las matemáticas. Pero, por supuesto, todo depende y dependerá de si el papel de la Política Curricular se interpreta bien y a la vez se comprenden a cabalidad y si se asumen adecuadamente los Programas oficiales aprobados por el Consejo Superior de Educación en mayo del 2012.
Ángel Ruiz es especialista en la Historia y Filosofía de las Matemáticas, y en diversos temas de la Educación Matemática, especialmente el currículo.
Tiene más de 300 publicaciones académicas (incluidos 36 libros).
Ha sido conferencista invitado en más de 170 eventos presenciales en 25 países de todos los continentes.
Es el único latinoamericano que ha ocupado durante dos mandatos la vicepresidencia de la Comisión Internacional de Instrucción Matemática ICMI.
Fue durante 8 años miembro de la Comisión de Países en Desarrollo de la Unión Matemática Internacional.
Ángel ha sido presidente del Comité Interamericano de Educación Matemática desde 2007.
Desde 2012 ha sido director/presidente de la Red de Educación Matemática de América Central y El Caribe.