“Un pastor tiene que atravesar a la otra orilla de un río con un lobo, una cabra y una lechuga. Dispone de una barca en la que solo caben él y una de las otras tres cosas. Si el lobo se queda solo con la cabra se la come, si la cabra se queda sola con la lechuga se la come. ¿Cómo debe hacerlo de manera que no pierda a ninguno de los tres?”
Este es, posiblemente, uno de los acertijos de razonamiento lógico más conocidos: no necesitamos de muchas herramientas para resolverlo, sino más que todo, un análisis de la situación y aplicar nuestra lógica para llegar a la solución.
Esto no significa que sea fácil ni mucho menos, solo que no requerimos de algoritmos matemáticos, fórmulas o reglas elaboradas para poder dar con la respuesta.
Ahora, lo que sí es una realidad, es que este tipo de problemas son poco abarcados en nuestro sistema educativo; en la mayoría de casos se prioriza en los contenidos propios de la asignatura, más que en elementos como éste, donde si se pone en evidencia las habilidades mentales de las personas y no un aprendizaje sumamente guiado de contenidos.
Al darle poca oportunidad a los estudiantes de que analicen una situación y solo se les pida que apliquen fórmulas o procedimientos de forma rutinaria, les cortamos la posibilidad de hacer uso de sus habilidades innatas.
Lo que pasa es que, al momento de finalizar los estudios de la Educación Media, si el estudiante desea ingresar a una universidad pública, se va encontrar con una prueba que va a medir sus habilidades de razonamiento lógico.
Al respecto, me surgen las siguientes preguntas: ¿por qué las universidades desean primero conocer las habilidades lógicas y su razonamiento antes que contenidos de las diferentes materias? ¿Qué tiene que ver el razonamiento lógico con las ciencias sociales, la economía o la medicina?
Y es aquí donde los estudios psicológicos que hacen las universidades han demostrado que una buena habilidad en el razonamiento lógico, es determinante en cualquier carrera que se desee estudiar, ya que con esas habilidades se puede llegar a ser un profesional completo que sea capaz de tomar decisiones y analizar profundamente situaciones de la vida cotidiana relacionadas con su campo de estudio.
Parece que esos estudios realizados por profesionales no han hecho mella en la educación primaria y secundaria de nuestro país: seguimos privilegiando el aprendizaje repetitivo y el seguimiento de reglas que en muchas ocasiones no tienen sentido para el estudiante.
Entonces, ¿por qué no hemos propiciado estos espacios para resolver problemas como el mencionado al inicio de este texto? ¿Por qué los resultados en las pruebas de admisión son bajas y muchos estudiantes tienen que emigrar a universidades privadas donde el costo económico es mucho mayor? ¿Por qué los estudiantes que desean entrar a la universidad pública tienen que buscar cursos fuera de la institución educativa que le enseñen a pensar lógicamente?
Estas preguntas me las he hecho a través de mi experiencia como educador de secundaria, en donde he podido darme cuenta de ese vacío que tienen los estudiantes para enfrentar las pruebas de admisión y constantemente me piden ayuda para resolver un problema de ese “librillo” que dan las universidades públicas de práctica.
He podido darme cuenta que en primaria y secundaria, únicamente en competencias nacionales como las Olimpiadas de Matemática, o en pruebas internacionales como las del College Board, es que aparecen este tipo de ejercicios.
Por esa razón, desde hace varios años me he dado a la tarea de implementar este tipo de ejercicios dentro de las instituciones educativas donde he trabajado, abriendo el espacio para resolver problemas donde el niño y el joven se vea retado con ejercicios de razonamiento lógico.
En el Centro Educativo Universitario para Niños y Adolescentes (CEUNA), institución donde trabajo actualmente, he podido implementar desde el 2017 con el apoyo de la Dirección, este tipo de ejercicios como un Proyecto Institucional formal, desde preescolar, primaria y secundaria con el nombre de Mate-lógica obteniendo grandiosos resultados.
Creo que no se debe de esperar a que el estudiante esté en los últimos años de secundaria para motivar este tipo de pensamiento; es desde las bases, que los niños empiezan a integrarse al sistema educativo que deben de empaparse de este tipo de ejercicios, de manera que se convierta en algo natural y no lo vean como algo nuevo.
Puedo decir que en el CEUNA, chicos desde preescolar hasta undécimo año, se han enfrentado a este tipo de razonamiento y cada año vamos obteniendo mejores resultados y estudiantes más analíticos.
Es claro que esto conlleva un tiempo de dedicación en las lecciones de los profesores, es válido pensar si se podrá combinar este espacio de razonamiento lógico con el Programa de Estudios tan cargado que poseen los diferentes niveles.
Con valentía en el CEUNA hemos tomado la decisión de dedicar una lección semanal a Mate-lógica. Es un reto para todos, pero los profesores y maestros lo han asumido como un reto y hemos conformado un gran equipo de trabajo.
Cada año se nos ocurren nuevas estrategias. Empezamos con ejercicios básicos de razonamiento, problemas, acertijos famosos como el de Einstein de las cinco casas, juegos de números, dinámicas grupales donde se manifieste su rapidez mental, secuencias lógicas o series, problemas geométricos como contar el número de triángulos presentes en una figura, entre otros.
Luego se nos ocurrió implementar los juegos de mesa como la Torre de Hanoi, las damas, el mancala, rompecabezas numéricos, cuatro en línea y el ajedrez.
Ahora tenemos muchos chicos motivados con estos juegos, donde por supuesto no interviene para nada el azar, por el contrario, resultan juegos de estrategias donde implementan todas sus habilidades de razonamiento.
Cada año nos trae nuevas inquietudes; este año 2021 le estamos dando un espacio mayor al mejor juego de estrategia y pensamiento: el ajedrez. Motivamos en los estudiantes el deseo de aprender este juego y llevarlo a niveles mayores. Ya tenemos varios que participan de los Juegos Deportivos Estudiantiles y pretendemos crear un club de ajedrez donde podamos reunirnos, compartir ideas y competir sanamente.
Esto también nos ayuda a alejarlos un poco, o todo lo que se pueda, de los video juegos, especialmente de los que no le aportan nada importante a los niños y jóvenes.
Este ha sido el reto que nos hemos planteado y estoy seguro que se verán los frutos, pues el estudiante va perdiendo el temor a estos ejercicios. Al principio oíamos frases como: “esto no es lo mío”, “hay que pensar mucho”, “yo no soy bueno para eso”. Ahora estamos escuchando más frases como: “¿cuándo tenemos mate-lógica?”, “¡profe échenos otro acertijo!”.
Al principio, algunos estudiantes prefieren seguir procedimientos establecidos para llegar a la respuesta porque el sistema los ha llevado a eso. No estoy en contra de ello, porque son muy importantes todos los conocimientos que adquirimos, pero sí estoy convencido que debemos abrir en la enseñanza costarricense espacios para el pensamiento crítico, las ideas creativas del estudiante, esos chispazos o genialidades que nos sorprenden, o ese famoso “Eureka” de Arquímedes al descubrir que había llegado a una conclusión sorprendente y brillante.
La satisfacción personal que se siente cuando un chico o chica resuelve un acertijo y ver sus caras de felicidad al ver que lo lograron, es invaluable.
Deseo agregar que, como en todo, hay chicos que se desempeñan mejor en un tipo de ejercicio que en otro. Por ejemplo, tengo estudiantes que son expertos en armar la Torre de Hanoi, otros con una gran facilidad para el juego de damas, otros para resolver acertijos y así en diversas subáreas de Mate-lógica y eso los hace sentirse especiales y referentes en diferentes actividades.
El chico o chica que tal vez no sobresalía en la resolución de ecuaciones, en los problemas trigonométricos y en general en las pruebas parciales de conocimientos, ahora es el referente en el ajedrez, por ejemplo.
Para concluir, les dejo el famoso acertijo del pastor para que lo puedan resolver. Éxitos y como les digo muchas veces a mis estudiantes: lo mejor no es llegar a la respuesta; lo mejor es ese proceso mental que se realiza para tratar de llegar a ella. Aquí no hay ganadores o perdedores, el único perdedor es el que no lo intenta.
Busquemos niños y jóvenes más creativos y analíticos.
Nota: comparto algunas páginas donde he podido encontrar buen material, si es su deseo ingresar más profundamente en el campo del razonamiento lógico.
https://co.pinterest.com/margaritarr1021/retos-matem%C3%A1ticos-y-razonamiento-l%C3%B3gico/
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