En las últimas décadas el tema de las reformas curriculares ha cobrado importancia. En primer lugar, porque el mundo ha cambiado y se han trastocado sus escenarios: el siglo XXI no solo potenció una sociedad de la información y el conocimiento, también lo hizo con una intensidad que ha obligado a transformar todas las variables sociales, en particular la educación. Pero las cosas son más complejas.
No es solo un asunto del uso extraordinario de tecnologías, sino de replanteamientos de propósitos educativos. La clave que se ha subrayado son capacidades cognoscitivas superiores, o de naturaleza más holística, a veces asumidas como competencias.
Los cambios curriculares han buscado provocar generaciones con nuevas capacidades, ciudadanos con mejores herramientas para abordar los diversos contextos de la vida. Entonces: a la vez que capacidades, se busca que estas se manifiesten en la práctica humana. No se trata, por ejemplo, de capacidades para demostrar muy bien teoremas abstractos.
Con el fortalecimiento de la internacionalización y la globalización se ha impactado la gran mayoría de países en todos los continentes: cambios curriculares a lo largo y ancho del mundo. Y estos han demandado estándares unificados en la preparación escolar. Por supuesto todo esto ha presionado los sistemas educativos y las comunidades de sus agentes, docentes, supervisores, asesores, estudiantes, padres de familia, funcionarios estatales.
Muchos académicos, profesores y formuladores de políticas hablan de las “competencias del siglo XXI” y consideran elementos importantes como: “pensamiento crítico e inventivo; habilidades de comunicación, colaboración e información; y alfabetización cívica, conciencia global y habilidades interculturales.
Reformas en Matemáticas
En las Matemáticas, en las dos últimas décadas del siglo XX se fortalecieron en varios países avanzados propuestas para incluir la resolución de problemas. Aquí hubo influencias de visiones constructivistas y de psicología cognitiva que tuvieron relevancia durante esos años. Por ejemplo, en la década de 1980 en los Estados Unidos, se retomaron asuntos ligados a G. Polya, aparecían expertos como A. Schoenfeld y muchos otros, en un escenario donde la Educación Matemática ya no era igual. La época de la reforma de la New Math de décadas atrás había desaparecido y el escenario había evolucionado para motivar nuevos desarrollos en esta disciplina y profesión. Finales del siglo XX y lo que va del XXI han visto cambios significativos.
Ya no es solo la resolución de problemas o la construcción de aprendizajes por el sujeto epistémico, el énfasis ha apuntado a procesos cognitivos vistos como capacidades transversales a conocimientos y competencias fundamentales asociadas a las Matemáticas. Desde el siglo XX, por ejemplo, el NCTM de los EUA incluía estándares de proceso para referirse a razonar, comunicar, etc. Pero ahora internacionalmente en la educación comenzaron a pesar agentes políticos muy fuertes.
Una de las influencias más poderosas en las reformas curriculares de Matemáticas ha sido ejercida por grandes estudios internacionales. Estos han hecho comparaciones y han ofrecido valoraciones explícitas o implícitas de los planes de estudio de Matemáticas. TIMSS y especialmente PISA, que se centran en el desempeño de los estudiantes y profesores en la educación matemática, han impactado significativamente. Gobiernos, ministerios de educación y academias han asumido estas influencias, aunque de diversas maneras.
El enfoque de PISA de la OCDE ha influido muchos países en los cambios que se estuvieron realizando en los planes de estudio; por ejemplo y no es una lista exhaustiva: en Dinamarca, Alemania, Japón, Corea del Sur, Costa Rica, España, Noruega, México, Suecia.
Para PISA, el papel de la competencia matemática busca mejorar las oportunidades de vida de la mayoría de los estudiantes
“La competencia matemática es la capacidad de un individuo para formular, emplear e interpretar las matemáticas en una variedad de contextos. Incluye el razonamiento matemático y el uso de conceptos, procedimientos, hechos y herramientas matemáticos para describir, explicar y predecir fenómenos. Ayuda a las personas a reconocer el papel que desempeñan las matemáticas en el mundo y a tomar las decisiones y los juicios fundados que necesitan los ciudadanos constructivos, comprometidos y reflexivos”. (OCDE, 2016)
Esto sintoniza claramente con el nuevo escenario mundial. Una nueva época, no solo para las Matemáticas.
Implementación de los currículos de Matemáticas
¿Cómo diseñar y sobre todo implementar estas reformas curriculares? En el mundo los programas han tenido diversos énfasis.
En su diseño, por ejemplo, algunos currículos usaron la resolución de problemas como pivote central (Singapur ha sido emblemático). En otros casos los contextos reales se asumieron como cruciales como en Holanda (o países influidos por la Educación Matemática Realista); Costa Rica, un caso particular, asumió tanto la resolución de problemas y la contextualización (que denomina “activa”) como ejes curriculares centrales (aunque acompañados de tres más: uso intenso de tecnologías, uso de historia de las Matemáticas, cultivo de actitudes y creencias positivas sobre las Matemáticas y su enseñanza).
En la implementación, las estrategias seguidas han sido muy distintas.
Ángel Ruiz es especialista en la Historia y Filosofía de las Matemáticas, y en diversos temas de la Educación Matemática, especialmente el currículo.
Tiene más de 300 publicaciones académicas (incluidos 36 libros).
Ha sido conferencista invitado en más de 170 eventos presenciales en 25 países de todos los continentes.
Es el único latinoamericano que ha ocupado durante dos mandatos la vicepresidencia de la Comisión Internacional de Instrucción Matemática ICMI.
Fue durante 8 años miembro de la Comisión de Países en Desarrollo de la Unión Matemática Internacional.
Ángel ha sido presidente del Comité Interamericano de Educación Matemática desde 2007.
Desde 2012 ha sido director/presidente de la Red de Educación Matemática de América Central y El Caribe.