En mayo del año 2022, se cumplirá una década desde que se aprobaron nuevos Programas de Matemáticas para toda la educación primaria y secundaria de Costa Rica. Con ellos, se creó una nueva etapa en la evolución de la enseñanza de las matemáticas en ese país.
Se dio una reforma curricular profunda que fue concebida, desde un primer momento, como un proceso de largo aliento, a implementarse en muchos años. Un propósito estratégico. El nuevo currículo rompe con paradigmas conductistas, dominantes por años, que subrayan la desagregación y no la integración curricular, y se separa drásticamente de aquellas visiones que enfatizan meros listados de contenidos matemáticos al margen de la construcción activa de aprendizajes.
Su constructo principal es una competencia matemática general vista como la capacidad ciudadana para comprender y usar las matemáticas en diversos contextos de la vida. Invoca el desarrollo de capacidades cognitivas superiores como razonar y argumentar, conectar, comunicar, plantear y resolver problemas, y comunicar. Se sintoniza con las llamadas habilidades del siglo XXI.
Todo se organiza a partir de los conocimientos matemáticos y las habilidades asociadas a estos, de una manera prudente que no se desliga de los agentes educativos, estudiantes, docentes, padres de familia.
Se trata, además, de un currículo integrador horizontal y verticalmente que trabaja las diversas áreas matemáticas con enfoques modernos que ha aprendido la comunidad internacional de educación matemática. Un ejemplo es el significativo papel y la visión que se brindan en estos Programas a la estadística y probabilidad.
Y contiene énfasis transversales como la resolución de problemas (como estrategia pedagógica) y el trabajo en contextos reales, el uso intenso pero inteligente de tecnologías, del uso de la historia y algo clave: el cultivo de actitudes y creencias positivas sobre las matemáticas. Los Programas incluyen centenares de ejemplos e indicaciones para los diversos agentes educativos.
Todos los objetos del currículo se articulan de manera coherente y juegan un papel muy preciso en el conjunto. Estos programas son un auténtico “salto cuántico” en la educación matemática de Costa Rica.
La Reforma Matemática ha logrado tener el apoyo de tres gobiernos y cuatro jerarcas del Ministerio de Educación Pública (MEP), dándole una importante continuidad. Ha constituido un proyecto país.
Adicionalmente, en el 2016, el Consejo Superior de Educación de Costa Rica aprobó una nueva Política curricular que subraya las capacidades superiores, lo que de manera general apoya las premisas del currículo de matemáticas.
El Programa Estado de la Nación, un colectivo de investigación de gran prestigio en Costa Rica, en el Informe del Estado de la Educación 2021, señala:
La reforma curricular en Matemáticas del MEP en el 2012 ha sido la más profunda realizada en la educación matemática costarricense. Incorporó cambios en la malla curricular que respondían a parámetros internacionales e implicaban profundas transformaciones en los procesos de enseñanza y aprendizaje de las Matemáticas. La adopción de los programas implicaban un cambio en la forma de trabajo de los docentes en las aulas lo que planteó la necesidad de desarrollar un plan estratégico que incluyera procesos de capacitación y el diseño de materiales de apoyo para lograr la implementación.
[Este texto es parte del guión del video Una década de Reforma Matemática en Costa Rica]
