Una de las intenciones de los redactores de los Programas en Costa Rica fue apuntalar la integración del currículo. Una de las maneras fue usando énfasis especiales, se llaman ejes disciplinares.
Se establecieron cinco ejes: resolución de problemas, contextualización activa, potenciar actitudes y creencias positivas sobre las matemáticas y su enseñanza, uso inteligente de tecnologías y uso de historia de las Matemáticas. Comenzaremos con las que pensamos son la base de los énfasis y enfoques que nutren este currículo.
La resolución de problemas
Como eje, la “resolución de problemas” no pretende que solamente se entrenen estrategias o heurísticas para resolver problemas, sino especialmente darle un sentido a la participación de los problemas en la organización de las lecciones, la construcción de aprendizajes y toda la práctica de aula.
La contextualización activa
La “contextualización activa” hace referencia al trabajo en contextos reales o que el estudiante asuma de esa forma. Se distancia del clásico enfoque de aquellas situaciones matemáticas revestidas de contexto de una manera artificial (problemas con palabras) y se desarrolla sobre una manipulación de la información de la realidad circundante y gracias al uso de la modelización (uso y construcción de modelos).
Una fusión de los dos primeros ejes constituye precisamente el enfoque principal del currículo: la resolución de problemas con un énfasis especial en contextos reales. Este enfoque busca potenciar una estrategia para la acción: construir aprendizajes por medio de problemas con énfasis en aquellos tomados de los diversos contextos reales. Implica la planificación, la gestión y el desarrollo en el aula y la evaluación.
El énfasis debe insistirse, no está en los contenidos (conocimientos y habilidades) sino en la acción pedagógica.
Integrar y dar coherencia
Estos ejes buscan, por un lado, dar un orden de prioridades al currículo (una dirección), esencial para su implantación, con base en la identificación de las necesidades educativas del país, necesidades por ausencia de su realización en el pasado y presente o de dimensiones que el escenario histórico plantea de cara al futuro. Por otro lado, se pretende apoyar, potenciar e integrar diversas acciones que están dispersas inevitablemente en el currículo.
Todos estos ejes se instrumentalizan de manera precisa en la malla curricular. Es decir, no son un “saludo a la bandera”.
Potenciar actitudes y creencias positivas sobre las matemáticas y su enseñanza.
Colocar las actitudes y creencias positivas hacia las Matemáticas como eje curricular. explícito parte de la comprensión que los aprendizajes requieren una base socio afectiva.
La matefobia es un síndrome sociocultural que inhibe a los jóvenes para aprender matemáticas. Son muchas las razones que lo explican. Pero lo relevante es comprender que es un énfasis vital si se desea implementar un currículo escolar.
Las actitudes y las creencias sobre las matemáticas y su enseñanza están emparentadas. Por eso así se plasmaron en este currículo.
Las actitudes que se desea promover son:
- Perseverancia.
- Confianza en la utilidad de las Matemáticas.
- Participación activa y colaborativa.
- Autoestima en relación con el dominio de las Matemáticas.
- Respeto, aprecio y disfrute de las Matemáticas.
Esta dimensión no es un tema teórico o un propósito vacío sino una orientación a seguir en la acción de aula. Es más sostiene los Programas. Nunca podremos construir capacidades superiores en la población si no tenemos como partida estrategias en este sentido. Y no solo se trata de asuntos aislados sino de una perspectiva que se vislumbra en muchas de las dimensiones curriculares.
Ángel Ruiz es especialista en la Historia y Filosofía de las Matemáticas, y en diversos temas de la Educación Matemática, especialmente el currículo.
Tiene más de 300 publicaciones académicas (incluidos 36 libros).
Ha sido conferencista invitado en más de 170 eventos presenciales en 25 países de todos los continentes.
Es el único latinoamericano que ha ocupado durante dos mandatos la vicepresidencia de la Comisión Internacional de Instrucción Matemática ICMI.
Fue durante 8 años miembro de la Comisión de Países en Desarrollo de la Unión Matemática Internacional.
Ángel ha sido presidente del Comité Interamericano de Educación Matemática desde 2007.
Desde 2012 ha sido director/presidente de la Red de Educación Matemática de América Central y El Caribe.