En mayo 2012, en Costa Rica, se aprobó un currículo escolar en matemáticas, con este se apostó por un cambio con miras a mejorar la formación básica de los ciudadanos costarricenses, con unas matemáticas que los prepare para la vida; donde la resolución de problemas y las situaciones contextualizadas tomaran un papel trascendental (Alfaro, Alpízar, Morales, Salas y Ramírez, 2013).
Debido al cambio curricular, se tuvo que reflexionar sobre los elementos que se relacionan con el currículo, y uno de esos elementos es el cuerpo docente que imparte la asignatura de matemáticas, tanto a nivel de educación primaria como en educación secundaria, ya que ellos son los encargados de poner en práctica lo dictado en los Programas de Estudio.
La persona docente debe ser capaz de gestionar su clase (proponer actividades) de acuerdo con el nivel de sus estudiantes, en apego con el contenido que quiere enseñar y con la propuesta curricular vigente. Por ende, a raíz del cambio en el currículo los procesos de capacitación y actualización tomaron relevancia y los programas de formación universitaria inicial tuvieron que analizarse y actualizarse.
Ser formador de docentes de matemáticas para educación secundaria es todo un reto, debido a que los docentes en formación requieren no solo la adquisición de conocimientos propios de la disciplina científica (matemáticas), sino que deben desarrollar habilidades relacionadas con la didáctica de las matemáticas.
Los Programas de Estudio me han hecho cambiar mi planteamiento de las clases de los cursos universitarios iniciales que me han correspondido impartir a los docentes en formación, ya que un objetivo que tenemos como formadores es acercar a nuestros estudiantes al contexto al que deben ingresar una vez graduados, para lo que es importante que los docentes en formación se familiaricen y realicen análisis de la propuesta curricular vigente. Para esto requieren que dicha propuesta sea clara y no solamente les dicte las temáticas a desarrollar en las aulas, sino que los oriente en elementos relacionados con dichas temáticas, tales como las habilidades a adquirir en un año escolar y al finalizar el ciclo, los procesos matemáticos que pueden desarrollarse (Razonar y argumentar, Plantear y resolver problemas, Comunicar, Conectar y Representar), entre otros elementos.
Los Programas de Estudio han venido a contribuir a que los docentes en formación puedan realizar un análisis guiado del currículo escolar en el área de las matemáticas, inclusive teniendo claro la formación que los estudiantes recibieron en primaria, debido a que en los Programas de Estudio se encuentra articulado lo concerniente a la Educación General Básica y al Ciclo Diversificado.
Considero que los Programas de Estudio han contribuido en la formación de los docentes debido a que son una guía exhaustiva del camino a seguir para que el estudiantado desarrolle la Competencia Matemática, que se espera al finalizar la educación secundaria. Desde que los docentes en formación se encuentran en las aulas universitarias pueden realizar unidades didácticas y planeamientos que integran el conocimiento a enseñar, las habilidades a desarrollar y los procesos de pensamiento matemático que se abordarán con las diferentes actividades que ellos están planteando.
Además, el uso de la resolución de problemas, tal como se concibe en los Programas de Estudio ha venido a ser protagonista en mis clases y, después de 10 años de la aprobación de los programas, puedo asegurar que en varios de los docentes que pasaron por mis cursos, en los últimos años, caló dicha metodología y se encuentran impartiendo sus lecciones en apego a la propuesta curricular y convencidos de que esta metodología de trabajo logra acercar a las matemáticas que vemos en el aula con las del contexto.
Para el presente y futuro de los formadores de docentes queda seguir trabajando de la mano con los estipulado en los Programas de Estudio, tratando de incorporar sus elementos a los planes de estudio universitarios con el fin de formar docentes que logren poner en práctica lo que en ellos se expresa.
Alfaro, A., Alpízar, M., Morales, Y., Salas, O., y Ramírez, M. (2013). La formación inicial y continua de docentes de matemáticas en Costa Rica. Cuadernos de Investigación y Formación en Educación Matemática, 8 (número especial), 131–179.